La arquitectura propuesta se enmarca en la tradición mediterránea de la casa patio. La intención es producir un ámbito tranquilo, aislado acústica y visualmente del entorno, que facilite la concentración y el sosiego, haciendo del patio el protagonista espacial, que con su forma continua facilita las relaciones visuales y la versatilidad del espacio circundante. El patio, además, tiene una función esencial como lugar de encuentro e intercambio cultural. A ello contribuye su forma, la calidez del suelo de madera y la presencia de un gran árbol que dará sombra y frescor.

 

La organización de espacios se hace teniendo en cuenta las relaciones deseables entre áreas, las diferentes exigencias de
ruido/silencio, de intensidad de tránsito y de iluminación de cada área, la facilidad de gestión, la accesibilidad y la facilidad de usos.

 

La solución estructural permite disponer de espacios diáfanos, pero ordenados conforme a una modulación que facilita su
compartimentación y versatilidad, pudiendo asumir sin dificultad cambios futuros en la organización de usos.

 

Desde las calles perimetrales en la percepción del edificio destacará el perfil quebrado de la cubierta de zinc que se apoya sobre un zócalo de mármol de Macael. Dos grandes ventanales en las fachadas noroeste y sureste, protegidos por celosías de lamas verticales de aluminio, señalan el carácter singular y público del edificio.

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En el interior el protagonismo recae sobre el patio, en el que una albizia dará sombra, olor y frescor al patio, favoreciendo las actividades en él.

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El edificio se propone como sede de una biblioteca accesible y confortable, pero también como espacio de encuentro de la vida social y cultural del barrio. Se pretende un espacio inclusivo, que responda a las necesidades diversas de quienes serán sus usuarios. Todo ello en una propuesta que toma sus referencias de los mejores ejemplos de la arquitectura contemporánea.