CENTRO SOCIAL Y AUDITORIO.
CONCURSO (NO CONSTRUIDO).
LOJA (GRANADA). 2008.
La parcela en donde se ubicará el nuevo Centro Cívico y Universidad Popular se sitúa en un área de reciente urbanización próxima al cauce del río Genil y entre nuevos equipamientos públicos. Tiene una hermosa relación con la Alcazaba y la ciudad alta que se despliega en la ladera y paralelamente, la nueva construcción que sobre ella se realice, tendrá una significativa presencia en la formación del paisaje urbano de la ciudad baja y el valle del Genil.
El proyecto propone un acuerdo cordial con el paisaje y las edificaciones vecinas y concibe una arquitectura que haga de su sencillez, claridad, precisión, amabilidad, sobriedad y economía los valores en que se reconozca su carácter institucional y público.
El acceso principal se realiza desde la avenida Tierno Galván mediante un atrio cubierto que produce un espacio urbano de encuentro y reconoce el carácter público del edificio. El programa se ordena en diferentes bandas de actividad vinculadas por un vestíbulo común que, mediante particiones acristaladas, posibilita el acceso y uso independiente o compartido de las distintas actividades.
El área destinada a la Universidad Popular se estructura mediante tres patios transversales que introducen la luz hasta el nivel de sótano, lo que permite disponer el programa en tres niveles, correspondientes a cada una de sus actividades docentes, ubicando la musical en el inferior, en donde se consigue un mejor aislamiento acústico, y en los niveles superiores las que requieren mayor iluminación. Se consigue con ello disminuir el volumen aparente construido, que ajusta así la escala y hace más cordial su presencia urbana.
En el diseño de los diferentes espacios del auditorio se atiende cuidadosamente a sus requerimientos particulares: la luz y la proporción en el vestíbulo/foyer/sala de exposiciones; la visualidad y la acústica en la platea; la eficacia escénica y facilidad de carga/descarga en el escenario.
Se propone materializar la edificación con criterios de racionalidad, economía y durabilidad en la confianza de que son los mejores valores para hacer sostenible una arquitectura. Se utilizan la piedra de Loja en acabado apomazado mate y el acero corten con pátina natural rojiza, que sugieren una relación de continuidad amable con las texturas pétreas y terrosas de las Sierra de Loja y el valle del Genil. Se apuesta en conclusión por una arquitectura pública que haga compatible su resistencia al uso con una amable invitación al estar y vivir, que se aplica con cuido y discreción a construir unos espacios confortables de uso adecuado y que no quiere protagonizar una vida que, finalmente, es solo nuestra.