La Normativa urbanística establece en el solar una tipología de vivienda unifamiliar de baja densidad (0,5 m²/m²) que permite una transición adecuada entre el casco urbano y las zonas montañosas colindantes. El solar se caracteriza por su orientación a suroeste y por su topografía que en forma de lengua delimitada en sus dos lados por sendas cuencas, desciende hacia la carretera. El promotor demandaba una solución que partiendo del carácter unifamiliar de las viviendas permitiera un sistema de ocupación y constructivo de suficiente rendimiento. El proyecto responde a estas premisas con un modelo de ocupación a base de agrupaciones en hileras, a distinta cota que organizan el solar en varias plataformas o paratas resolviendo así el desnivel existente, sin dejar de adaptarse a la topografía del lugar. Para  ello se utilizan dos tipos de hilera, una horizontal y rectilínea, y otra inclinada y radial. En ambas se usa una tipología híbrida entre unifamiliar y plurifamiliar, ya que se trata de módulos formados por dos viviendas superpuestas, resueltas en una o dos plantas según su tamaño. En cualquier caso, cada vivienda dispone de entrada y jardín propios. 

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Hay cuatro tipos de viviendas: Uno de 90 m² útiles y tres dormitorios, que se desarrolla en planta primera y segunda, en las hileras rectas. Otro de 70 m² útiles y dos dormitorios, en la planta baja de las hileras rectas. Y otros dos, de 68 y 60 m² útiles, de dos dormitorios, en las plantas baja y primera, de las hileras radiales.